La falta de agua desencadenará en los próximos 15 años una intensificación de los daños en el medio ambiente, en particular debido a la desertización de tierras cultivables, la debilidad del caudal de los ríos, la creciente salinidad de los estuarios, la pérdida de recursos pesqueros o especies de plantas acuáticas y la reducción de sedimentos en las costas, según un informe del Proyecto de Evaluación Mundial de Aguas Internacionales difundido con motivo de la celebración, del Día Mundial del Agua.
Imagine que un día se despierta y cuando va a abrir el grifo del baño para lavarse la cara no sale ni una gota. Luego se dirige a la cocina para probar allí su suerte y prepararse un café y obtiene el mismo resultado. Si bien esta situación es imaginaria, o coyuntural a veces, para muchos es la realidad de todos los días. Y más que lo será si se cumplen las previsiones de los científicos en cuanto a que el calentamiento global agravará la crisis del agua. Una crisis que en España alcanzó su mayor expresión en 2005, cuando se vivió el año más seco desde 1947
Imagine que un día se despierta y cuando va a abrir el grifo del baño para lavarse la cara no sale ni una gota. Luego se dirige a la cocina para probar allí su suerte y prepararse un café y obtiene el mismo resultado. Si bien esta situación es imaginaria, o coyuntural a veces, para muchos es la realidad de todos los días. Y más que lo será si se cumplen las previsiones de los científicos en cuanto a que el calentamiento global agravará la crisis del agua. Una crisis que en España alcanzó su mayor expresión en 2005, cuando se vivió el año más seco desde 1947
Según el informe, elaborado por 1.500 expertos, la agricultura es la cuestión más preocupante en lo que se refiere a la falta de agua dulce, ya que de aquí a 2020 se prevé un incremento de la pérdida de tierras cultivables, de la inseguridad alimentaria y de los daños en las zonas pesqueras, con la consiguiente expansión de la malnutrición y las enfermedades.
"Se ha constatado en el mundo que la demanda de productos agrícolas está creciendo y que hay una mayor tendencia a productos agroalimentarios necesitados de un aporte considerable de agua, como la carne en lugar de las legumbres o los frutos en lugar de los cereales", señala el informe.
El consumo agrícola afecta al 70% del agua dulce del planeta, de la cual sólo un 30 por ciento es restituida a la naturaleza. La industria o los domicilios restituyen casi un 90 por ciento del agua utilizada.
"Se ha constatado en el mundo que la demanda de productos agrícolas está creciendo y que hay una mayor tendencia a productos agroalimentarios necesitados de un aporte considerable de agua, como la carne en lugar de las legumbres o los frutos en lugar de los cereales", señala el informe.
El consumo agrícola afecta al 70% del agua dulce del planeta, de la cual sólo un 30 por ciento es restituida a la naturaleza. La industria o los domicilios restituyen casi un 90 por ciento del agua utilizada.
Río seco, Reserva Natural de Campoverde, España.
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